Star Wars: La remesa mala ha terminado de la mejor manera posible en la tercera temporada que Disney+ acaba de emitir esta semana.
PUNTUACIÓN: 7/10
La lucha de la Fuerza Clon 99 por sobrevivir al nuevo Imperio llega a una conclusión épica.
La historia comienza justo donde lo dejamos en la segunda temporada, con Omega y Crosshair encarcelados en las instalaciones imperiales de Monte Tantiss y el resto de sus hermanos -Hunter, Wrecker y Echo- desesperados por recuperarla con la Fuerza Clon 99.
Tras The Clone Wars, Dave Filloni creó esta serie de animación ambientada entre el final del Episodio III y el inicio de la trilogía original, el momento temporal de Star Wars más querido para Filloni. Esta tercera temporada de 15 episodios ha contado con Jennifer Corbett y Brad Rau como showrunners. Todos los episodios han sido dirigidos por Stewart Lee, Nathaniel Villanueva y Saúl Ruiz, mientras que los guiones han sido escritos por un equipo dirigido por Jennifer Corbett, con Matt Michnovetz, Ezra Nachman, Amanda Rose Muñoz y Brad Rau.
En esta temporada Dee Bradley Baker vuelve a poner las voles de todos los miembros de La Remesa Mala -Hunter, Wrecker, Echo y Crosshair, mientras que Michelle Ang pone voz a Omega. Otras voces de esta temporada son Jimmi Simpson como Royce Hemlock, el director de la División de Ciencia Avanzada (ASD) del Imperio, y Keisha Castle-Hughes como Emerie Karr, una clon adulta hermana de Omega que trabaja con Hemlock.
Lucasfilm ha decidido terminar la serie de animación La remesa mala, y me alegra que este final haya sabido dar el final perfecto que estos personajes merecían. La serie siempre ha tenido a Omega de protagonista, con el resto de clones de la fuerza 99 a su alrededor. Y de estos 15 últimos episodios me ha gustado especialmente la forma en que la joven clon devolvió al lado de la luz a Crosshair, que empezó la serie quedándose en el lado imperial y fue viendo poco a poco como el Imperio sólo utilizaba a los clones como si fueran maquinaria averiada. El viaje de Crosshair ha sido de largo lo mejor de la serie en su conjunto, siendo un personaje que se merecía un final feliz.
La serie ha mantenido la naturaleza episódica, creando pequeñas misiones que hicieran avanzar la trama, primero mostrando como Hunter, Wrecker y Echo buscan a Omega mientras ella intenta escapar de la base imperial de Monte Tantiss, luego una vez escapada para descubrir qué es lo que el Doctor Hemlock necesita de Omega y esa misteriosa «M-count» en su sangre, para construir el climax final de nuevo en Tantiss. Como serie de televisión de formato semanal, creo que La remesa mala te daba suficientes elementos para querer volver la semana siguiente, algo que no todas las series de Star Wars consiguieron.
Junto a una buena progresión dramática, la serie ha añadido pequeños easter-eggs con la aparición de otros personajes de Star Wars que conocemos de otras series o incluso juegos, algo que hará las delicias de todos los fans hardcore de la franquicia. En mi caso, estos invitados especiales no me parecen ni bien ni mal, me suelen dejar más bien frío. Está todo bien, pero bien sin más.
Por la parte de los villanos, el doctor Hemlock ha resultado ser un villano a la altura, personificando la villanía del Imperio. Hemlock es una persona fría que bajo su apariencia educada y calmada se encuentra alguien que no ve a las personas como seres humanos sino como recursos que explotar. Y que descartar cuando dejan de tener utilidad. Dentro de ser un buen villano, me he encontrado algunos problemas derivado de la naturaleza de serie de animación con un target juvenil. Digo esto porque para ser tan listo, deja que la científica Kaminoana Nala Se le paralice su investigación durante bastante tiempo sin que se de cuenta. Y lo mismo para la eventual traición de la doctora Karr, una clon hermana de Omega criada por Hemlock que se ve a la legua que va a terminar traicionándole. Aparte que Karr tampoco muestra tener muchas luces cuando Nala Se le boicotea muestras repetidamente sin que se de cuenta.
En positivo, las versiones mejoradas de los clones que ha creado Hemlock han resultado ser unos villanos estupendos que daban una sensación de peligro real y de que podían derrotar a los protagonistas. Unos clones que se encuentran cada vez más cascados, todo hay que decirlo. La forma en que se ha ido construyendo la tensión me ha parecido que estaba bien, con un último episodio que ha creado un climax final a la serie que me ha parecido super satisfactorio.
Por comentar lo menos bueno, la idea de los Midiclorianos fue una pifia por parte de George Lucas. No se puede expresar de otra manera. Que algo como es la Fuerza se pudiera medir por un índice en un análisis de sangre eliminaba toda la parte mítica y mística que tenía la Fuerza y con ello, los Caballeros Jedi. Si. George Lucas la cagó con esto. (Y con más cosas, pero no es momento de entrar a ello ahora). Ser el creador de Star Wars no significa que fuera un ser infalible.
Digo esto porque la serie vuelve a este concepto fallido de los midiclorianos, pero sin atreverse a nombrarlos porque sabe que el concepto nunca ha gustado. De ahí lo de «M-count» y que Hemlock busca niños con un nivel alto de midiclorianos se entiende para avanzar en las investigaciones de clonación del Emperador que se vieron en el terrible Episodio IX. Y claro, igual que no funcionaba en La amenaza fantasma, por mucho que Dave Filloni y su equipo de Lucasfilm se empeñen en reivindicar todos los conceptos de la trilogía precuela de Lucas, sigue siendo un concepto fallido. En todo caso, la forma en que vencen los clones al final y se destruye toda la investigación de Hemlock es una forma adecuada de cerrar esta historia sin entrar en contradicciones con las películas o con otras series cronológicamente posteriores.
Otra cosa que encuentro menos buena es la forma en que fuerzan que los clones realicen pequeñas misiones sucesivas para poder encontrar pistas para llegar hasta el Monte Tantiss donde se encuentran Hemlock y Omega. Estas misiones de los últimos tres/cuatro episodios en realidad me han parecido «minutos de la basura» que alargaban la espera para llegar al momento que queriamos ver, que sucede todo en el último episodio. No es que fueran malos episodios, pero tampoco me han encantado.
En todo caso, lo mejor de La remesa mala es que siempre ha tenido el corazón en el sitio adecuado. Omega siempre fue el corazón de la serie y el resto de clones transmiten lo mucho que la quieren y cómo es como una hija para ellos por la que harían cualquier cosa. La idea de familia y que nunca dejan a nadie atrás es otra gran idea de la serie que es llevada hasta sus últimas consecuencias en este temporada. Esto hace que el climax final me haya parecido perfecto por el lado emocional, si bien con el problema de las series juveniles de animación, todo resulta demasiado conveniente y hasta facilón en todos los episodios.
Esta conveniencia y en general la animación de la serie, dentro que estoy super acostumbrada a ella, es lo que hacen que dentro que todo me ha gustado, en realidad no haya nada que me parezca notable o me haya flipado. Dicho esto, tengo que reconocer que la parte emocional del final de la serie SI que me ha gustado mucho, al igual que la forma en que estos viejos soldados pueden tener su final feliz y su merecido descanso. Por cierto, el epílogo en el que se añade que la lucha contra el imperio continúa y alguien coge el relevo es otro detalle super chulo de este finalo.
Si eres un fan de Star Wars, creo que seguro disfrutarás de La remesa mala. Aunque por todo lo anterior creo que poco o nada probable que alguien no iniciado en la franquicia vaya a animarse a ver esta serie.
Comparto el trailer de este temporada:
Star Wars: La remesa mala ha sido una estupenda serie de Star Wars que han sabido terminarla de la mejor manera posible.
PUNTUACIÓN: 7/10
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